domingo, 21 de marzo de 2010

TRISTE VIDA

Triste vida es la primera novela que he encontrado sobre la vida moderna en China. En esta novela su autora, Chi Li, nos demuestra que los jóvenes chinos de finales de los 80 tenían los mismos problemas y quebraderos de cabeza que los jóvenes europeos o americanos de aquella época.

Chi Li es capaz en esta novela de condensar las expectativas, los sueños y la forma de vida de estos jóvenes chinos, cuyas preocupaciones son el trabajo, la educación de sus hijos y la capacidad económica que les permitirá vivir en una casa mejor, comprar un televisor a color o salir una noche a comer.

En Triste vida se relata cómo transcurre el día a día de Yin y su joven familia (su mujer y su hijo de tan sólo cuatro años), describiéndonos una sola jornada, desde que amanece y hasta que todos los protagonistas duermen.

Yin, el protagonista de esta historia, tiene 30 años, esa edad crucial en la que todos hacemos recuento de lo que hemos logrado, y nos lamentamos por los sueños incumplidos, por los objetivos que no hemos alcanzado. Es el momento en que nos abandona la juventud y pasamos a ser considerados adultos, aunque todavía no seamos capaces de asumir dicha responsabilidad. El título Vida triste, hace referencia al estado de ánimo de Yin, pues al hacer balance descubre que no tiene la mujer comprensiva y amable con la que soñaba, no tiene dinero suficiente para hacer un buen regalo a sus padres por su cumpleaños y no tiene fuerzas para intentar inculcar una buena educación a su hijo. En definitiva, no es el hombre que siempre pensó que sería.

La novela, de apenas 100 páginas es un pequeño tesoro que encontré en una caja de saldo de un supermercado; y es que a veces, las historias más sorprendentes pueden estar esperando en cualquier rincón.

EL QUINTO EN DISCORDIA

El quinto en discordia es el personaje de mayor relevancia en las obras clásicas. Su importancia radica en que conoce los secretos del resto de protagonistas pero no los desvela.

Ser el quinto en discordia es el papel de Dunstan Ramsay en esta novela que nos cuenta la historia de tres hombres unidos por una travesura que marcará el destino de cada uno de ellos.

El autor, Robertson Davies, nos cuenta, a través de una carta escrita por Dunstan, cómo transcurren los hechos siempre desde su punto de vista. El objetivo de narrar todo desde los ojos de Dunstan es que El quinto en discordia, se complemente con los otros dos libros que forman parte de la trilogía Deptford (lugar donde los tres personajes se criaron). El segundo de ellos, Mantícora, nos ofrecerá el punto de vista de Boy, mientras que el tercero, El mundo de los prodigios, nos permitirá conocer la vida del gran mago Eisengrim.

Esta es una historia marcada por el complejo de culpa y la necesidad de resarcimiento de su protagonista, que le llevará a dedicar su vida al estudio de la vida de los santos. Quizá esta es la parte más aburrida de toda la novela, pues el autor se centra demasiado, en algunos puntos, en explicarnos la obra y gracia de determinados santos y santas o de la religión en sí. No suelen aportar nada a la historias y ralentizan bastante la lectura.

Pero en El quinto en discordia, además podemos encontrar todo un recorrido por la historia del siglo XX, conociendo cómo sus protagonistas vivieron las guerras mundiales, el crac del 29 o las revoluciones sociales de los años 60.

Pese a que estamos ante una novela completa, sin duda, es necesario leer las otras dos partes de la trilogía para entender lo que el autor nos quiere mostrar, pues cada uno de los personajes tiene una forma distinta de afrontar un mismo suceso.

No puedo evitar pensar que esta forma de entender los hechos, valorando todos los puntos de vista posibles, es el ideal periodístico que la profesión debería perseguir, pese a que hoy en día, cada vez se intente menos luchar por la objetividad que se logra dando voz a todos los protagonistas.