domingo, 11 de abril de 2010

EL SEÑOR PIP

La historia de El señor Pip está situada en una isla de Papúa Guinea, Bougainville. Allí hace apenas 20 años los indígenas vieron como una guerra civil trastocaba sus apacibles vidas. En este entorno se desarrolla la historia que Lloyd Jones narra en esta novela.

La protagonista, la joven Matilda, afronta el momento más duro de su vida a la pronta edad de 15 años, cuando los pieles rojas llegan a su poblado. Unos meses antes, cuando comienza el conflicto, los blancos de la isla se marcharon, entre ellos el profesor de la escuela.

Sin nada que hacer, los niños deambulan por la playa y ayudan a sus madres a adecentar las chavolas, pero pronto, el único blanco que queda en su comunidad, el Señor Watts, asume el mando de la escuela y decide reanudar la rutina de los estudiantes. Aunque lo hace de una manera muy especial, leyendo para los pequeños Grandes Esperanzas, la novela de Charles Dickens y permitiendo a los adultos de la tribu que transmitan a los niños su conocimiento y experiencias vitales en clase. Gracias a esto los niños descubren lo que es la imaginación y la capacidad de aislamiento que concede.

El señor Pip es una historia dura que muestra lo más noble y lo más ruin de la naturaleza humana. Es un alegato en contra de la guerra, que muestra las desgracias que ésta trae consigo. Hacía mucho tiempo que ningún libro me ponía un nudo en la garganta, y Lloyd Jones lo ha hecho. Pese a que en la novela se describen momentos desagradables, no han sido esos los más difíciles. Lo más duro es asimilar la capacidad que tenemos de superara estos momentos, almacenándolos en el fondo de nuestra memoria para intentar creer que nunca ocurrieron.

Aunque recomiendo la lectura de El Señor Pip creo que el que esté interesado deberá haberse leído antes Grandes Esperanzas, sino, corre el riesgo de descubrir la historia desde el punto de vista de Matilda y no, a través de la pluma de Dickens.

No hay comentarios:

Publicar un comentario